Personajes

Rosmilda Quiñones es la Directora de ASOPARUPA (Asociación de parteras unidas del Pacifico), tiene más de 30 años de experiencia como partera y es ampliamente reconocida como agente tradicional en el manejo de plantas con propiedades medicinales, nutricionales y aromáticas. Rosmilda ha dedicado su vida a atender partos de manera tradicional a lo largo de esta región del país. Su mayor motivación es dejar el legado de sus saberes ancestrales para que la práctica de la partería tradicional no desaparezca.

Por su avanzada edad ha tomado la decisión de relevar su saber ancestral a Liceth Quiñones, su hija, con la cual emp con la cual emprenderán el camino hacia la inclusión y reconocimiento de la partería tradicional afro como patrimonio inmaterial de la nación.

Rosmilda compartirá el papel protagónico junto a su hija Liceth y a través de esta historia logrará cerrar un ciclo de conocimiento compartido y podrá descansar tranquila sabiendo que su tradición seguirá existiendo.

Liceth es una joven partera de 28 años, que desde pequeña ha acompañado a su madre a atender partos y quien a los 13 años, con el acompañamiento de Rosmilda, atendió el primero.

Liceth es especialista en humanización del nacimiento, terapia holística, técnica p Liceth es especialista en humanización del nacimiento, terapia holística, técnica profesional en enfermería, agente en salud comunitaria, aprendiz de medicina Tradicional y Placentaria en saberes y usos de plantas medicinales y tiene 14 años de experiencia en trabajo social comunitario en la conservación, difusión y salvaguarda del saber ancestral de parteras tradicionales afro descendientes de Buenaventura.

Es creadora de la Fundación Casa Holística Madre Luna, escenario con enfoque diferencial y de género que enfatiza en lo sobresaliente de la cultura afro de sabedoras tradicionales y dirige ASOPARUPA, en conjunto con su madre Rosmilda, fundadora de dicha asociación.

Es por toda esta formación y labo Es por toda esta formación y labores que lleva a cabo que Liceth se ha comprometido y dedicado a la lucha por el reconocimiento de su oficio ante los muchos sistemas que se han dedicado a la prohibición del mismo. En el desarrollo de esta historia Liceth se encontrará de manera definitiva con sus tradiciones y con los saberes que su madre le ha heredado.

Los antagonistas de Manos de Luz no serán personas específicas sino los sistemas que hoy les cierran las puertas a este saber ancestral. El principal es el de salud que es al que menos les conviene que ellas existan organizadas como médicas tradicionales, por lo que se ha dedicado a excluirlas de manera oficial pese a que su labor cubra un amplio espect oficial pese a que su labor cubra un amplio espectro de población que el sistema mismo no puede ni parece querer tener en cuenta.

Como sistemas antagonistas secundarios están el sistema de educación que evita reconocerlas y por ende evita la divulgación de este saber dentro de la historia de nuestro país, los poderes políticos vistos como un sistema patriarcal que minimiza las voces y aportes de las mujeres dentro del liderazgo comunitario y por último la iglesia, que invisibiliza la práctica al no querer reconocer todo el saber ancestral de las plantas obtenido por sus antecesores africanos.